Punta del Diablo - Uruguay
Rocha - Uruguay
de Alejandro Gaydou
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Acerca del libro
El sol siempre sale por el este. Hay días de mar opaco y días de mar cristalino.
El agua sigue llegando con sus olas durante muchos kilómetros de extensión. Ese olor oceánico que lo impregna todo. Esas grandes piedras que siguen haciendo frente a la inmensidad. Es Rocha casi auténtica.
Antes había poca gente, ahora un poco más. Los ranchos de adobe, madera y paja estaban allí, casi en la playa. Ahora las cabañas se dispersan por la arena subiendo hasta el bosque con su aroma a pinos.
Los pobladores siguen siendo los mismos aunque hay más... llegaron los gringos.
Las calles siguen siendo las mismas bajando al mar aunque más transitadas... en enero hay más gente.
Pero Punta del Diablo sigue conservando algo de esa mística. Una mística que hay que preservar como se preservan los ecosistemas frágiles, porque los equilibrios posibilitan el futuro... los excesos lo limitan.
Este libro y sus imágenes pretenden protegerlo... para poder seguir caminando sus calles bajo el cielo limpio, para poder seguir observando el horizonte en silencio, para deleitarse con sabores y sonidos armónicos, para tirarse en una hamaca a no hacer nada.
Sin amontonamientos.
Sin estridencias.
Sin bocinas.
Sin turismo masivo y berreta
...sólo con calma
PUNTA DEL DIABLO
R O C H A | U R U G U A Y
MARZO 2010
El agua sigue llegando con sus olas durante muchos kilómetros de extensión. Ese olor oceánico que lo impregna todo. Esas grandes piedras que siguen haciendo frente a la inmensidad. Es Rocha casi auténtica.
Antes había poca gente, ahora un poco más. Los ranchos de adobe, madera y paja estaban allí, casi en la playa. Ahora las cabañas se dispersan por la arena subiendo hasta el bosque con su aroma a pinos.
Los pobladores siguen siendo los mismos aunque hay más... llegaron los gringos.
Las calles siguen siendo las mismas bajando al mar aunque más transitadas... en enero hay más gente.
Pero Punta del Diablo sigue conservando algo de esa mística. Una mística que hay que preservar como se preservan los ecosistemas frágiles, porque los equilibrios posibilitan el futuro... los excesos lo limitan.
Este libro y sus imágenes pretenden protegerlo... para poder seguir caminando sus calles bajo el cielo limpio, para poder seguir observando el horizonte en silencio, para deleitarse con sabores y sonidos armónicos, para tirarse en una hamaca a no hacer nada.
Sin amontonamientos.
Sin estridencias.
Sin bocinas.
Sin turismo masivo y berreta
...sólo con calma
PUNTA DEL DIABLO
R O C H A | U R U G U A Y
MARZO 2010
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